Democracia y diálogo
Publicado en el Diari de Tarragona el 22 de diciembre de 2013 Hace unas semanas leí una interesante reflexión que resulta especialmente oportuna en los momentos que corren. El autor invitaba a superar nuestra tendencia a considerar el debate un medio para convencer a los demás, señalando que si al final de un intercambio de ideas seguimos pensando exactamente lo mismo que al principio, entonces el debate habrá sido un fracaso para nosotros mismos. Esta actitud de apertura al argumento del contrario contrasta radicalmente con el espectáculo que la cuestión soberanista está ofreciendo desde los púlpitos políticos y periodísticos. Aunque los insultos gruesos (por ejemplo, la comparación con el nazismo) se han convertido en incidentes meramente anecdóticos, existe un calificativo que activistas de ambas orillas lanzan a diario contra el planteamiento contrario: antidemocrático. Esta última semana hemos podido escuchar a conocidos dirigentes con posturas antagónicas condenando las pretensi