Un coche y dos cuchillos
Publicado en el Diari de Tarragona el 26 de marzo de 2017 Sabíamos que volvería a suceder, aunque no conocíamos la fecha ni el lugar. Por muy eficaces que sean servicios de inteligencia, la infalibilidad no existe. A medida que disminuye la envergadura del plan, aumenta la dificultad para detectarlo. El mundo es muy grande y un hombre es muy pequeño. Lo han vuelto a hacer. Y lo volverán a hacer. Pocos minutos después del tiroteo, las grandes cadenas de noticias interrumpían sus informativos para dar cuenta de unos extraños sucesos en el centro de Londres. El parlamento británico había cerrado sus puertas tras escucharse varios disparos en las inmediaciones, y un grupo de viandantes había sido atropellado por un todoterreno en el puente de Westminster. La policía desvinculaba inicialmente ambos acontecimientos, considerándolos una fatal coincidencia. Durante esos primeros minutos nadie se atrevía a confirmar que se trataba de un atentado. Sin embargo, todos lo intuíamos.