Una negociación en tres dimensiones
Publicado en el Diari de Tarragona el 28 de febrero de 2021 El acuerdo postelectoral para la conformación de un gobierno estable no suele ser un reto sencillo, especialmente en contextos parlamentarios muy fraccionados. Ciertamente, somos hijos de una tradición de partidos mayoritarios, donde los ejecutivos se construían habitualmente buscando una simple muleta para la formación vencedora cuando ésta no lograba mayoría absoluta, a cambio de contraprestaciones concretas que no alteraban el rumbo general de la legislatura. Así ha sucedido durante décadas en el Congreso español, donde PNV y CiU ejercieron este rol accesorio para consolidar los sucesivos gobiernos de PP y PSOE. Y algo parecido sucedió durante la prolongada hegemonía convergente en la Generalitat. Sin embargo, las cosas han cambiado de un tiempo a esta parte. Tanto a nivel catalán como estatal, los partidos triunfadores están alcanzando un número de escaños sensiblemente alejado de la mitad más uno en sus respectivas cámara