Furia, catarsis y déjà vu
Publicado en el Diari de Tarragona el 27 de agosto de 2017 Un enorme caudal de odio acumulado en las mentes de un grupo de jóvenes, cuya virulencia suicida aún no somos capaces de entender, provocó la pasada semana una marea de sangre inocente en nuestras calles. Llevábamos años esperando algo así, conscientes de ser una de las zonas más calientes del yihadismo europeo. Pese a ello, el golpe provocó una gran conmoción en nuestra sociedad, incluido el colectivo musulmán que condena el fundamentalismo y que sufre injustamente el recelo de algunos de sus vecinos. Las muestras de condolencia y solidaridad se sucedieron, desde dentro y fuera de Catalunya, y durante unas horas interiorizamos el efímero sueño de retornar a una sociedad unida y cohesionada. Efectivamente, a lo largo de la jornada posterior al atentado, pareció rebrotar la modélica imagen que siempre nos ha caracterizado: una ciudadanía con vocación cívica y conciencia colectiva más allá de las diferencias ideológic