El precedente francés
Publicado en el Diari de Tarragona el 27 de enero de 2019 El progresivo encarecimiento de los carburantes, vinculado al impuesto ecológico sobre el carbono (TICPE), fue el detonante que puso en marcha el motín de los chalecos amarillos. Este movimiento de protesta, presuntamente espontáneo y transversal, arrancó el pasado mes de octubre en las zonas rurales y los extrarradios de las principales ciudades galas, extendiéndose rápidamente a países cercanos con una intensidad desigual: Bélgica, Holanda, Alemania, Suecia… En contraste con movilizaciones anteriores, organizadas habitualmente por los potentes sindicatos franceses, eran ahora los ciudadanos particulares quienes llamaban a la rebelión a través de las redes sociales. Primero fue Jacline Mouraud quien utilizó Facebook para acusar al Elíseo de haber iniciado una “cacería de conductores”, un mensaje que pronto se convirtió en un fenómeno viral. Más tarde proliferaron varias recogidas de firmas online contra las políticas de Ma