El anciano y el niño
Publicado en el Diari de Tarragona el 25 de diciembre de 2021 Nos acercamos al fin de año, un momento que nuestra iconografía tradicional frecuentemente plasma con la representación de un hombre mayor que cede el testigo a un niño pequeño, dos personajes que encarnan el tiempo que agoniza y el nuevo período que nace, respectivamente. Se trata de una bella metáfora que trasciende el recorrido vital del cualquier ser humano (necesariamente abocado a un envejecimiento inexorable, sin posibilidad de retorno), poniendo el acento en el carácter cíclico de lo colectivo, mediante la identificación de la secuencia anual con la imagen del relevo intergeneracional. Esta idea de renacimiento, que despide lo crepuscular o marchito para abrazar lo emergente, también está presente en otras épocas del calendario cristiano, como la Cuaresma o la fiesta de San Juan. Sin duda, la imagen del anciano y el niño transmite una visión optimista de la existencia común, pues obvia la decadencia individual y pone