Una piedra en el zapato
Publicado en el Diari de Tarragona el 26 de septiembre de 2021 Nada más producirse la detención de Carles Puigdemont en el aeropuerto de L'Alguer, todos los actores que participan en nuestro peculiar teatro de la política bordaron sus respectivos papeles. El Consell per la República calificó la actuación italiana de “ilegal”, Pere Aragonès denunció la “persecución judicial” y señaló que “la represión solo se parará con la amnistía y la autodeterminación”, la derecha española celebró desacomplejadamente el arresto y aprovechó la ocasión para atizar al gobierno, y la Moncloa procuró adoptar una posición lo más ecuánime posible, recurriendo a los tópicos de rigor: manifestar su “respeto por las decisiones de los tribunales de Italia, España y Unión Europea”, destacar que el expresident “debe someterse a la acción de la Justicia, exactamente igual que cualquier otro ciudadano”, etc. Como mínimo, este incidente puede analizarse desde una doble perspectiva, la jurídica y la política, aun