Tributación, eficacia y honestidad
Publicado en el Diari de Tarragona el 27 de abril de 2014 Parece que fue ayer cuando pagamos el último IRPF, y ya nos vemos de nuevo revisando facturas, rellenando casillas y descifrando deducciones. Dentro de apenas un mes también concluirá el plazo para abonar los impuestos municipales, unos tributos menos complejos pero igualmente dolorosos. Toca rascarse el bolsillo una vez más para mantener el aparato público que hemos construido durante las últimas décadas (por convicción o por inacción), un peaje especialmente sangrante en los tiempos que corren. Supongo que en breve comenzaremos a nadar en publicidad institucional donde se nos invite a colaborar con entusiasmo y alborozo en las finanzas públicas. Como diría el comandante Saito, “tributar con alegría”. No en vano, España es unos de los países europeos con mayor tasa de fraude fiscal, una lamentable costumbre socialmente interiorizada y que viene de lejos. En pocos países occidentales sería imaginable ver a un fontanero proponié