Gobernantes de talla media
Los últimos sondeos del CIS alertan sobre la pésima imagen que los españoles tienen de la clase política que les gobierna, a la que consideran el segundo mayor problema tras el paro. Esta funesta valoración tiene frecuentemente una vinculación directa con el lamentable nivel formativo y profesional que los ciudadanos detectan en sus principales dirigentes, un reproche transversal que se encona cuando se asocia con los salarios medios de los interfectos. Frente a la sensación mayoritaria que puede percibirse entre la ciudadanía, los análisis comparativos que han proliferado durante los últimos tiempos parecen demostrar que nuestros políticos ni son muchos ni cobran mucho. Más bien al contrario. La proporción de cargos públicos por habitante se encuentra en un tramo razonable a nivel europeo, y muchos de sus sueldos incluso están por debajo de la media. Como no podía ser de otra manera, estas estadísticas suelen ser frecuentemente usadas por la clase dirigente para cubrirse las esp