Los efectos de la inacción pública
Publicado en el Diari de Tarragona el 28 de mayo de 2017 Durante las últimas semanas hemos ido conociendo los detalles de una okupación con tintes ciertamente berlanguianos. Aunque estas situaciones son relativamente corrientes, el último sainete que nos han ofrecido los amantes de lo ajeno ha conseguido convertirse en el paradigma de un problema que genera una mezcla de indignación e hilaridad. Efectivamente, los derroteros que toman estos procesos podrían encajar perfectamente en un monólogo de humor absurdo, si no fueran la causa de un verdadero tormento para ciudadanos de carne y hueso, que ven con impotencia cómo se pone en cuestión uno de los pilares de nuestro modelo de convivencia: la obligatoria defensa que el aparato público debe proporcionar a los legítimos titulares de bienes y derechos. La historia que nos ocupa (nunca mejor dicho) comenzó hace ya cuatro años, cuando el constructor de una vivienda en Calafell fue incapaz de afrontar el crédito hipotecario vincul