Políticos procesionales
Publicado en el Diari de Tarragona el 29 de junio de 2014 La pasada semana se produjeron cuatro situaciones de forma casi simultánea que han devuelto a la actualidad el eterno debate sobre la convivencia entre lo religioso y lo político en nuestra vida pública. A diferencia del estado confesional (que asume como propia una creencia concreta) o el estado laico (que descarta cualquier relación entre lo religioso y lo político) nuestra legislación adopta un modelo intermedio, la aconfesionalidad, que propugna la colaboración del Estado con todas las religiones sin asumir ninguna de ellas como oficial. Esta “tercera vía” parece la más razonable e impide situaciones extremas (como la enseñanza obligatoria de una creencia o la prohibición de símbolos religiosos en espacios públicos) pero deja en el aire cuál debe ser la relación entre ambas realidades con demasiada frecuencia. El primer episodio se produjo en pasado jueves durante la entronización de Felipe VI, una ceremonia cuyo perfil nít