El ejecutivo tigre

Publicado en el Diari de Tarragona el 4 de diciembre de 2011

Las autoridades públicas han iniciado una campaña de prevención contra una nueva plaga que asola nuestro territorio, tras una marea de denuncias ciudadanas que han inundado las sedes correspondientes durante los últimos meses. Ya son centenares las nuevas colonias de ejecutivo tigre detectadas en nuestra geografía, una especie parasitaria cuya picadura puede resultar terriblemente irritante y costosa. Como en otras ocasiones, ha sido necesaria una importante movilización popular para lograr que los representantes gubernamentales tomasen cartas en un problema de consecuencias devastadoras. 

Según los expertos, nos enfrentamos a un espécimen que presenta dos variantes fundamentales: una depredadora, que anida en ciénagas de diferentes tipos (consejos de administración de empresas privatizadas, organismos asesores de toda índole, etc.) y otra carroñera, que se multiplica a gran velocidad en entornos empantanados, como cajas de ahorros en fase terminal o empresas públicas a punto de quebrar. Todos estos ejemplares tienen en común su asombrosa capacidad para inocularse en el torrente productivo de cualquier ente societario, logrando que el portador apenas manifieste síntomas de infección, para así extraer de él los nutrientes necesarios con los que prosperar y medrar en los entornos más exclusivos. 

Han sido especialmente alarmantes los casos detectados este mismo año en Caixa Galicia (su director general, entre otras muchas prebendas, tenía a su disposición un lujoso yate corporativo, cuyo mantenimiento detraía dos millones de euros anuales de las maltrechas arcas de la entidad) y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (su cúpula directiva se repartió trece millones de euros en plena ruina, sueldos vitalicios aparte). 

Desde un punto de vista zoológico, algunos estudios han puesto de relevancia la vinculación del ejecutivo tigre con otras especies, como la langosta, tanto en su variante de tierra (manifiestan un mismo modus operandi) como la de mar, ya que ésta constituye la base de su dieta alimenticia. También comparten numerosas afinidades con los camaleones: pueden cambiar de aspecto a su antojo para pasar inadvertidos (sólo están incapacitados para ponerse rojos) y tienen una lengua viscosa que puede ser lanzada para atrapar cualquier comisión o dieta que se ponga a su alcance. 

Por norma general, estos individuos llevan a cabo su labor parasitaria de forma independiente o en pequeños grupos, aunque se han descubierto algunos enjambres dotados de una intrincada organización. En estos casos, como en el de las abejas, sus integrantes suelen dividirse en obreros y zánganos, siendo siempre éstos de un número infinitamente superior a los primeros. En los entramados más complejos, suele existir también una reina que produce los huevos, ayudada por unos zánganos que se emparejan con las primeras crías, cuyo único cometido consiste en cuidar del resto de huevos sin asumir ninguna otra tarea conocida. Estos ejemplares son conocidos como los “zánganos de los huevos”, y han sido minuciosamente estudiados en las universidades de Lugo y Palma de Mallorca. 

Llama la atención el modelo de crecimiento que manifiestan algunos especímenes, pues desarrollan un proceso de metamorfosis similar a otros insectos pero en sentido inverso. Así, mientras la rolliza oruga termina convirtiéndose en una esbelta mariposa, el ejecutivo tigre tarda muy poco tiempo en disfrutar de una fase inicial verdaderamente fastuosa, gracias al ya comentado sistema de camuflaje que le otorga una apariencia de falsa inocuidad: son invitados a todas las recepciones, forman parte de los patronatos más distinguidos, presiden fundaciones musicales… Incluso llegan a ser considerados por la comunidad un factor de prosperidad del que enorgullecerse. Con el tiempo, esa habilidad se pierde y quedan a merced de su entorno, aunque no siempre es así: se han documentado varios ejemplares que han pasado completamente desapercibidos durante toda su vida, parasitando su entorno más inmediato sin el menor contratiempo. 

Esta misma semana se ha descubierto una nueva cepa de ejecutivos tigre en Caixa Penedès, cuyo antiguo presidente se había asignado una pensión de once millones de euros, acompañada de otras gratificaciones similares para su personal de confianza, conformando así el prototípico enjambre de tamaño medio. Conviene recordar que esta entidad, junto con sus socios de Grupo BMN, recibió casi mil millones de euros del FROB (financiado con dinero público procedente de nuestros impuestos) con el fin de sanear la nefasta gestión de estos directivos. La investigación de todos estos fenómenos recientes ha echado por tierra la hipótesis sostenida por algunos académicos de renombre, que se mostraban convencidos de que el ejecutivo tigre era una especie extinguida en los años noventa. No sólo no ha sido así, sino que además las pruebas constatan que hemos seguido padeciendo esta plaga silenciosa de forma creciente e ininterrumpida en los mismos focos localizados en su día. La principal causa de este desastre puede encontrarse en el escaso interés mostrado por los responsables de su exterminio a la hora de hacer su trabajo a conciencia. Es más, se conocen casos de fumigadores profesionales que mantenían sus propios criaderos privados de ejecutivos tigre. El resultado de esta desidia ha sido la intensificación de los desequilibrios en nuestro entorno, la devastación de nuestro hábitat, y la necesidad de abordar un plan de fumigación al más alto nivel. Va a escocer…