Pactos, pactos, pactos…
Publicado en el Diari de Tarragona el 25 de mayo de 2015
Ayer vivimos una noche electoral apasionante que ha arrojado unos resultados llamativos, pero sobre todo complejos. Por ello, la interpretación de lo sucedido exige un enfoque singular en tres planos diferenciados.
España. Pese a tratarse de unos comicios municipales, sus resultados globales marcan una temperatura política de relevancia incuestionable a nivel estatal. Podemos identificar tres grandes movimientos. 1.- El PP pierde gran parte de su inmenso poder territorial, tanto por errores propios como por el éxito de Ciudadanos, un partido que ha permitido al centro derecha acudir a las urnas sin taparse la nariz. 2.- El PSOE no estaba tan muerto como algunos pensaban (iguala en votos a los populares) lo que deja abierta la lucha de cara a las generales. 3.- Ha nacido una nueva izquierda, urbana y revolucionaria, cuyo éxito probablemente sea lo que recordemos de estos comicios en el futuro.
Catalunya. Los partidos soberanistas plantearon estas elecciones como una primera vuelta de las plebiscitarias de septiembre. CiU+ERC+CUP apenas han logrado el 45% de los votos, lo que vuelve a demostrar que la sociedad catalana es mucho más plural y compleja de lo que algunos pretenden hacernos creer. El techo electoral del independentismo vuelve a quedar en evidencia, muy lejos de la masa crítica necesaria para reventar la legalidad vigente.
Tarragona. Tal y como auguraban las encuestas, Ballesteros ha ganado con un amplio margen sobre sus rivales. Lo más relevante es la entrada triunfal de Ciutadans y ERC en el consistorio, sobre todo porque desplazan a PP y CiU como referentes locales del españolismo y el soberanismo respectivamente. El rumbo que tome nuestra política municipal dependerá de los pactos que se formalicen a partir de ahora, una clave que puede hacerse extensiva a casi todas las instituciones renovadas en la jornada de ayer. Lo interesante comienza hoy.
Ayer vivimos una noche electoral apasionante que ha arrojado unos resultados llamativos, pero sobre todo complejos. Por ello, la interpretación de lo sucedido exige un enfoque singular en tres planos diferenciados.
España. Pese a tratarse de unos comicios municipales, sus resultados globales marcan una temperatura política de relevancia incuestionable a nivel estatal. Podemos identificar tres grandes movimientos. 1.- El PP pierde gran parte de su inmenso poder territorial, tanto por errores propios como por el éxito de Ciudadanos, un partido que ha permitido al centro derecha acudir a las urnas sin taparse la nariz. 2.- El PSOE no estaba tan muerto como algunos pensaban (iguala en votos a los populares) lo que deja abierta la lucha de cara a las generales. 3.- Ha nacido una nueva izquierda, urbana y revolucionaria, cuyo éxito probablemente sea lo que recordemos de estos comicios en el futuro.
Catalunya. Los partidos soberanistas plantearon estas elecciones como una primera vuelta de las plebiscitarias de septiembre. CiU+ERC+CUP apenas han logrado el 45% de los votos, lo que vuelve a demostrar que la sociedad catalana es mucho más plural y compleja de lo que algunos pretenden hacernos creer. El techo electoral del independentismo vuelve a quedar en evidencia, muy lejos de la masa crítica necesaria para reventar la legalidad vigente.
Tarragona. Tal y como auguraban las encuestas, Ballesteros ha ganado con un amplio margen sobre sus rivales. Lo más relevante es la entrada triunfal de Ciutadans y ERC en el consistorio, sobre todo porque desplazan a PP y CiU como referentes locales del españolismo y el soberanismo respectivamente. El rumbo que tome nuestra política municipal dependerá de los pactos que se formalicen a partir de ahora, una clave que puede hacerse extensiva a casi todas las instituciones renovadas en la jornada de ayer. Lo interesante comienza hoy.
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